Cuando la empresaria Tara Medina y el arquitecto Andrés Saavedra comenzaron a idear MUSA (Sociedad Utópica Moderna de Aventureros), un proyecto de hotel y bienes raíces en el estado mexicano de Guerrero, sabían que querían sentirse especiales por encima de todo. comunidad Es un enfoque que recientemente ha dado lugar a muchos desarrollos hoteleros en todo México, desde Mérida hasta Todos Santos. Los socios comerciales que lanzaron la marca Lute, Surf y Lifestyle en Zihuatanejo siempre están enfocados en lo bueno que viene. Quienes han vivido y trabajado en diversos desarrollos inmobiliarios de la zona se han preguntado: ¿Cómo sería una comunidad ideal? No importó si el plan maestro tardó meses o años en materializarse (así fue). Están decididos a asegurarse de que la porción de tierra virgen que compraron en 2020 en la costa del Pacífico de México, 30 millas al sur de Zihuatanejo, esté a la altura de su visión.
Ahora la primera fase de la parcela selvática de 177 acres está a punto de completarse. Se plantaron unos 6.500 árboles; Algunos propietarios, incluidos creativos de México y emprendedores tecnológicos de Estados Unidos, se han mudado a sus segundas residencias modulares de madera y vidrio; Y HotelTo, concebido en un elegante edificio de cemento diseñado por Saavedra, abrió sus puertas la primavera pasada. Hay un proyecto de restauración de piscinas y arrecifes de coral, pero uno de los mayores atractivos es el acceso a la programación de MUSA, desde baños de sonido hasta sesiones de DJ y visitas nocturnas del chef. Está en pleno desarrollo un programa de artistas en residencia, en el que artistas, además de sumilleres y mixólogos, trabajan in situ.
Se acerca más apoyo. A principios de 2024, MUSA dará la bienvenida al artista multisensorial Lachlan Turzan, radicado en Los Ángeles, quien creará un espectáculo inmersivo de luz y sonido. El equipo también dará a conocer varios pabellones de arte, que estarán repartidos por la propiedad. Las piezas fueron encargadas al músico y artista visual inglés Brian Eno y al escultor peruano Aldo Chaparro. Es como un jardín de esculturas, creciendo como MUSA. También en el proyecto: regeneración del suelo, más plantación de árboles y su propio suministro de agua potable. Medina y Saavedra no sólo están construyendo una comunidad: están tratando de crear una mejor forma de vida.
Este artículo apareció en la edición de enero/febrero de 2024. Condé Nast Traveller. Suscríbete a la revista Aquí.
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